Cuando llega el momento de cambiarnos de oficina es normal que comiencen a apoderarse de nosotros el miedo y las dudas.
Para vencer el miedo de cambiar el que era hasta ahora nuestro entorno de trabajo necesitarás armarte de paciencia, positividad y unos buenos consejos.
Se avecinan unos días o semanas complicados, con mucho estrés y que requieren de toda tu atención.
Ante un estilo de vida de trabajo apretado y la falta de descanso es posible que acabamos agobiándonos y echándolo todo por la borda, alto, siempre hay una solución y nosotros te las traemos en este blog.
Muchas empresas eligen la vuelta de vacaciones para hacer la mudanza y así comenzar de 0 y descansados.
Si has aprovechado las vacaciones o días festivos para hacer la reforma de tu oficina, ahora toca entrar en acción, llega la hora de la mudanza.
Consejos para una buena mudanza de oficina
¿Ya tienes reformada y acondicionada la oficina nueva?, entonces comienza la mudanza.
Recuerda que debes tener todos los papeleos ya en marcha, instalados luz y agua, internet.
Asume que la mudanza es algo positivo, un cambio a tu favor y que es un nuevo comienzo.
- Llévate primero todo aquello que no necesites, ve liberando espacio.
- Deshazte de aquel material informático o papeleo que no funciona o no te sirve, ahorrarás dinero y tiempo en la mudanza.
- Deja los ordenadores y objetos de valor como última parte de la mudanza.
- Informa con tiempo a tus trabajadores y clientes.
- envía una invitación o emailing con la noticia del cambio de dirección a proveedores, clientes y otros colaboradores.
- Manten la calma, antes de lo que esperas estará hecha la mudanza.